Formación y Empleo
El CERMI reprocha a algunas grandes empresas la frivolidad con que abordan el empleo de personas con discapacidad
20/07/2012
El CERMI reprocha a algunos directivos de grandes empresas españolas la frivolidad con que abordan las cuestiones que afectan al empleo de personas con discapacidad y que origina un enorme perjuicio para quienes desde la sociedad civil trabajan por mejorar el acceso al empleo de un sector social todavía excluido de este bien básico.
Éste ha sido el caso de algunos de los representantes de empresas que se han pronunciado de forma pública en una amplia información aparecida en el diario económico Expansión el pasado día 17 de julio, que ha causado gran malestar en el sector solidario que promueve el empleo de las personas con discapacidad.
Así, el director de recursos humanos de FCC, Francisco Martín, se refiere a los centros especiales de empleo –más de 2.000 en toda España-, y que dan ocupación a 60.000 personas con discapacidad, con juicios apriorísticos y generalizaciones infundadas, sin contraste con la realidad, que ponen en cuestión la aportación que hacen estas empresas a la inclusión laboral de las personas con discapacidad con mayores dificultades de inserción en el empleo.
Otro de los directivos que opinan sobre la materia, Joaquín Ponce, responsable de de diversidad y conciliación de Repsol, insinúa que la baja tasa actividad de las personas con discapacidad se debe entre otras causas a la percepción de subsidios, que lleva a estas personas a rechazar empleos. Esta afirmación es especialmente grave, pues traslada de modo injusto a las personas con discapacidad la responsabilidad de los efectos perniciosos de una regulación legal anquilosada que obliga a elegir férreamente entre protección social y el desempeño de un empleo, en vez de fomentar una compatibilidad equilibrada que promueva la activación.
Los ejemplos citados, según el CERMI, son una clara muestra de la ignorancia culpable de algunos dirigentes empresariales que se permiten opinar de aspectos de la realidad sociolaboral de las personas con discapacidad que no conocen ni que se han molestado en investigar con el mínimo rigor. Todo ello, sin entrar en contacto y recabar el parecer de la sociedad civil que viene trabajando desde hace décadas por transformar el penoso panorama de acceso al empleo de las personas con discapacidad, poniendo en riesgo los todavía frágiles resultados alcanzados.
El CERMI hace un llamamiento a la auténtica responsabilidad social de las empresas para que cuando se trate de discapacidad actúen a partir de una correcta percepción e interpretación de la situación real, y no emitan ni proyecten lugares comunes e ideas recibidas que solo contribuyen a arruinar el objetivo de que las personas con discapacidad accedan con normalidad al bien básico del empleo, sin exclusiones ni discriminaciones.
